
23 Sep Los empleados necesitan un jefe que sea líder
Confundir el significado de jefe y líder es bastante común, sobre todo cuando se trata de cargos directivos u oficios que dependen del entero conocimiento del empleado. Un jefe puede ser un líder sin dejar de lado la autoridad y la jerarquía que le fueron delegadas.
Existen empleados que le temen a la palabra “jefe”, pues en su subconsciente habita el concepto de una persona dominante o superior a la cual se le debe respetar y “hacer caso” sin importar lo que suceda. No obstante, un jefe no debe ser visto como una figura inalcanzable y mucho menos la relación debe ser de entera formalidad.
La diferencia entre jefe y líder es amplia, los jefes son los encargados de mantener el orden y hacer cumplir las responsabilidades de cada empleado bajo su mando. Los líderes son aquellos que dirigen, enseñan, guían e instruyen a sus trabajadores.
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El campo laboral ha transformado la visión sobre el empleador o jefe autoritario y el trabajador enfocado en cumplir órdenes. Hoy en día, los empleados quieren ser tratados con el mismo respeto y definen a un buen líder como aquel que genera confianza y seguridad en sus labores.
Lamentablemente, el término de jefe y líder ha sido tan confundido que hay quienes olvidan cuál es su rol y no delegan funciones para no parecer el malo o el estricto. El hecho de ser líder no quiere decir que la persona deba convertirse en condescendiente y aceptar la voluntad de todos sus empleados.
María del Pilar Álvarez, consultora de Recursos Humanos y experta en temas laborales, asegura que un jefe es malo cuando no delega “porque parte de las habilidades que debe tener es empoderar a su equipo para que cada miembro asuma su responsabilidad. El jefe se debe dedicar a temas más de estrategia, fomentar el aprendizaje, hacer seguimiento y controlar. Debe delegar, porque para eso se le asignó la función y el rol de superior”.
Cuando un jefe es líder sabe que su posición es firme y de compromiso con la empresa, pero también con sus empleados. El jefe líder puede hacer uso de su autoridad para generar cambios y hacer de su mandato una herramienta útil para la organización.
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El jefe que no desea ser líder y se enfoca en cumplir, siente la necesidad de imponer su criterio usando argumentos vacíos; mientras que el líder convence y ejemplifica sus argumentos sin buscar desterrar a los demás sino construyendo conocimiento y un plan de acción para todos.
Por ejemplo, John Maxwell – escritor, coach y conferencista- en su famoso libro “Los 5 niveles del liderazgo” establece que el verdadero liderazgo no es cuestión de títulos o cargos. El fundamento principal al momento de querer ser un jefe líder es el de ocupar altos cargos. Con el fin de inspirar a los demás y aumentar la productividad en el equipo de trabajo.
No hay que caer en el error de pensar que un jefe es aquel que solo da órdenes o uno que le es benevolente. Los buenos jefes son aquellos que ordenan bajo la planeación, el liderazgo y con objetivos que beneficien no solo a la compañía, sino también a los trabajadores.