
25 Feb Imprimir barato es posible
Tras dos años de pandemia, el rincón más inhóspito de la casa ya se volvió un lugar útil en todos los hogares. Espacio para descansar, para cocinar, para leer, para ver televisión no faltará siquiera en el apartamento más pequeño.
El cansancio visual por el uso permanente de pantallas también hizo volver el encanto por el papel. Así, la combinación de un buen computador con una impresora económica que funcione bien en tu propia casa puede ser muy útil tanto para trabajar como para estudiar o para trámites problemas domésticos.
Ahora, cómo hacer para que la impresora siempre sea una opción posible, sin tener que revisar permanentemente si queda tinta, si sirve. Ese es el problema que intentaremos resolver conociendo más alguno de sus modelos.
Esta vez será el sistema de tinta continua.
¿Qué es un sistema de tinta continua?
Un sistema de tinta continua o, por sus siglas en inglés, CISS (Continuous Ink Supply System), es un dispositivo que suministra un flujo constante de tinta hacia los cartuchos de la impresora y los mantiene siempre llenos de tinta, por lo que no hace falta reemplazarlos y tampoco hace falta retirarlos para recargarlos.
¿Cómo funciona?
Es común ver tanques externos a un lado de la impresora. Esos son los depósitos del sistema de tinta continua. Se los llena de tinta y se conectan a los cartuchos por medio de mangueras de silicón. Por el mismo diseño de los tanques, con su cámara de aire isobárica, se permite que el flujo de la tinta sea constante y tenga siempre la fuerza exacta para mantener los cartuchos llenos. Como la fuerza es justo la necesaria, por la presión barométrica, no se desperdicia tinta.
Algunos modelos de sistemas de tinta continua ya incluyen sus propios cartuchos especiales (con o sin chips) y otros modelos que llamamos sistemas de tinta continua universales no incluyen cartuchos, por lo tanto hay que armarlos y conectarlos a los cartuchos originales de la impresora. Esto quiere decir que se pueden adaptar a diferentes modelos de impresoras. Se encontrarán en internet como sistemas universales.
Chip: ¿un escollo?
A la hora de comprar, aparecerán dos opciones de impresoras con sistema de tinta continua. Unas, con chips, que llevan un registro de la cantidad de tinta que se ha usado. Cuando el chip reconoce que el cartucho está vacío se bloquea y vuelve imposible usar ese mismo cartucho. No importa que se lo vuelva a rellenar.
Otras tienen un sistema de tinta continua especial para esas impresoras e incluyen sus propios cartuchos rellenables, con chips reseteables. Así, cuando aparezca el mensaje alertando que el cartucho está vacío, pero no lo está, se lo puede resetear.
Los sistemas de tinta continua, además, incluyen cartuchos especiales que están hechos para trabajar bien durante largos períodos de tiempo.
Por qué elegir impresoras de tinta continua
Surgieron, entonces, dos ventajas en las impresoras con sistema de tinta continua. Por un lado, el ahorro. Por el otro, la comodidad.
Ahorro
Utilizando correctamente un sistema de tinta continua y comprando la tinta a granel de alta calidad, se puede ahorrar hasta un 95% en costos de impresión (20 veces más barato que comprar cartuchos originales), imprimiendo con la mejor calidad fotográfica y sin dañar la impresora.
Comodidad
Otra ventaja de usar un sistema de tinta continua es que ya no será necesario retirar los cartuchos de la impresora para recargarlos o para reemplazarlos, solo hay que rellenar los tanques externos de tinta cuando sea necesario (cuando estén por debajo del 20% de su capacidad). La capacidad de los tanques varía desde 60ml por color hasta los más grandes de 500ml por color (los más comunes son los de 100ml por color).
¿Cómo usar?
En la gran mayoría de los modelos, hará falta poner los tanques externos del sistema de tinta continua en la misma mesa y a la misma altura que la impresora.
Tienen que estar nivelados con la impresora porque si quedan por sobre ella, la tinta bajará a los cartuchos con demasiada presión, por lo que puede haber riesgo de que la tinta salga de los cartuchos, llegue a la impresora y cuando se seque, la dañe.
Por otro lado, si los tanques quedan a menor altura que la impresora, la presión no será suficiente para que la tinta llegue a los cartuchos. Seguramente el cabezal se dañará al poco tiempo y, mientras tanto, las impresiones sean de pésima calidad.
Pero no hay que temer, porque la instalación correcta se puede realizar en 5 minutos si se tiene experiencia y, si es la primera vez que se realiza, no tardará más de 20. Con paciencia, todo se hará de la manera indicada.
Para la instalación de sistemas universales sí puede requerirse ayuda de alguien que ya lo haya realizado, ya que hay que armarlos y conectarlos a los cartuchos originales.
Otra alternativa económica
Hay otra manera de ahorrar tinta en altos porcentajes. Se trata de los cartuchos rellenables. Se estima que un 95 por ciento se puede economizar.
Estos están diseñados para ser rellenados muy fácilmente por cualquier persona. Lo logran porque cuentan con un orificio de llenado grande y debido a que son transparentes, por lo que se puede ver el nivel de tinta que les queda y que se les ha cargado.
Como los cartuchos rellenables tienen una capacidad de tinta mayor a la de los cartuchos originales, pero menor a un sistema de tinta continua, algunas marcas están desarrollando cartuchos rellenables con capacidad de 90 ml que tendrían el mismo caudal que los tanques del sistema de tinta continua, aunque todavía no resuelven con tanta eficiencia el problema de la comodidad.
Tienen, sí, la ventaja de que su instalación es más fácil, pero aun para revisar su nivel de tinta hay que retirarlos, ya que rellenarlos dentro de la impresora es una tentación que podría costar muy caro.
Muy buenas opciones
Estas dos opciones son buenas oportunidades para equipar la casa y que el teletrabajo sea aún más ordenado y placentero, sin dejar de ser económico.