31 May El campo laboral se renueva gracias a la Cuarta Revolución Industrial
El siglo XXI es considerado como una época de cambios, adaptaciones y transformaciones. Hay quienes aseguran que estos cambios vienen acompañados de la ingeniería genética y las neurotecnologías, dos factores que aún resultan enigmáticos para los profesionales, comerciantes y empresarios.
A través de la historia, la revolución industrial ha sido necesaria para la implementación de herramientas que generan una mejor economía. Klaus Schwab, fundador y director del Foro Económico Mundial (WEF), afirma que estamos por comenzar la Cuarta Revolución Industrial, “un evento que cambiará los medios de producción para siempre.”
La Cuarta Revolución Industrial trae consigo nuevas herramientas tecnológicas que fusionan a los dos mundos, el físico y el digital. De acuerdo con los expertos, las disciplinas, economías e industrias serán las beneficiadas con dicha implementación.
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Los interrogantes generados, es si los empleados serán suplantados por máquinas, software o robots. Según el informe “El futuro de los trabajos” 75 millones de empleos serán desplazados para el 2022 en 20 de las economías más importantes del mundo. Sin embargo, los avances tecnológicos y las nuevas formas de trabajar, crearían 133 millones de nuevos empleos, “impulsados por el crecimiento a gran escala de nuevos productos y servicios, que permitirían a las personas trabajar con máquinas y algoritmos para satisfacer las demandas de los cambios demográficos y económicos.”
En teoría, los empleos no serán reemplazados sino adaptados a las necesidades de las empresas basados en la tecnología e innovación. Por ello, es fundamental que los empleados y empleadores opten por capacitarse y actualizarse reforzando sus conocimientos y adquiriendo nuevas habilidades laborales.
Adaptarse a la tecnología depende de las empresas, pues ellas son las que conocen sus objetivos, sus necesidades y el modus operandi en la creación de economías sostenibles. Si los gobiernos se unen a este esfuerzo, podrían capacitar hasta al 77% de los trabajadores, mientras se benefician de los rendimientos de la inversión en forma de mayores impuestos y menores costos sociales.
Otra de las ventajas de la Cuarta Revolución Industrial, es la minimización del desempleo debido a que las empresas podrían cubrir costos de manera rentable otorgando beneficios sociales concretos y soluciones viables para los trabajadores del país.