03 Jun La facturación electrónica desde la perspectiva digital
La facturación electrónica ya es un hecho en Colombia. Desde el primero de enero del 2019, la DIAN determinó los plazos y los obligados a facturar electrónicamente. Sin embargo, con la llegada de este sistema se abrieron y debatieron algunos interrogantes, pues muchas personas aún no conocen de qué se trata o cómo debe implementarse en sus empresas.
La adaptación de la facturación electrónica no solo es un requisito, sino también un gran avance tecnológico para el país. Además de optimizar tiempo y recursos, este nuevo sistema permitirá que Colombia controle la evasión y elusión de impuestos.
Empresas, agencias consultoras y proveedores tecnológicos, se han acondicionado a este nuevo sistema que empezó a implementarse en grandes empresas -también conocidos como grandes contribuyentes-.
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Así es el caso de la multinacional SERES, pionera y especialista en soluciones de intercambio de documentos electrónicos de manera segura, que pretende ayudar a las empresas colombianas en sus intercambios de archivos electrónicos a través de la solución VERIPOST.
Alberto Redondo, director de Marketing de SERES para Iberia y LATAM, habló con Revista Contamos acerca de la preparación de Colombia frente a este sistema tecnológico tan avanzado, también de la participación de la DIAN, los plazos establecidos, las características de un proveedor tecnológico y finalmente de cómo SERES se ha convertido en un aliado importante para las empresas que deben implementar la facturación electrónica.
De acuerdo con Alberto Redondo, la facturación electrónica se trata de un proceso de transformación masivo y Colombia es uno de los países de Latinoamérica más preparados para la implementación de este sistema. A su vez, reiteró que la adaptación está en manos de los Contadores Públicos, pues son ellos quienes deberán estar al tanto de las actualizaciones que permitirán que el gremio contable se fortalezca.
De la misma manera, expresó que hay varias realidades respecto a la implementación de la facturación electrónica: por un lado están los plazos que determinó la DIAN y por el otro, están las empresas inscritas como voluntarias que sabían que desde el primero de enero debían empezar a facturar con este nuevo formato. No obstante, las empresas o personas que hasta el momento son obligadas a facturar electrónicamente se encuentran en un proceso de aprendizaje, así como cuando se implementó la firma digital u otros cambios tecnológicos de los que nadie tenía conocimiento.
Respecto al rol que cumple la DIAN frente a este tema, la entidad es la encargada de supervisar y controlar la implementación de la facturación electrónica, pero su participación en las empresas se reduce a la regulación más no a la implementación, es decir, son las empresas las que deberán estar al tanto de la adecuación y la DIAN es quien dará la reglamentación de cómo y por qué hacerlo.
i Le preguntamos a Redondo qué pasaría si una empresa no está obligada a facturar electrónicamente pero sus proveedores exigen factura electrónica, ¿Deberá acogerse a la ley, o serán los proveedores los que tendrán que aceptar la factura que la empresa expide? Su respuesta fue que basados en esta situación, es fundamental que la empresa sepa que debe responder como se lo pide el proveedor: “Por ninguna razón hay que dejar que los clientes dejen de recibir su factura electrónica por falta de consolidación del sistema tecnológico”.
Hay que entender que aún muchas empresas no se encuentran al tanto de la implementación y es allí cuando surgen preguntas que inquietan y no permiten la adaptación del sistema. Alberto Redondo reitera que la factura electrónica no es más que un gran avance para los contribuyentes, empresarios y los contadores públicos, y el reto está en encontrar soluciones que permitan que la tecnología se haga cargo de las funciones internas de una empresa.